El 27 de febrero de 2024, en el marco de una sesión clave del Comité de Unidad Académica (CUA), se tomó una decisión que dejó una huella significativa en nuestra labor como representantes estudiantiles. A través del Acta N° 003, se resolvió un recurso de reposición presentado por el Docente Luis Alberto Torres Tarazona. Sin embargo, esta resolución no pasó desapercibida ni fue aceptada sin cuestionamientos. Como representantes ante el CUA, sentimos el deber de actuar y manifestar nuestro desacuerdo.

Desde el momento en que conocimos la situación sobre la perdida de la homologación para el diplomado en Normas Internacionales del Trabajo para Países Andinos, nos comprometimos a seguir de cerca su caso. La resolución adoptada en el CUA, a nuestro parecer, no reflejaba plenamente los principios de justicia y equidad que siempre hemos defendido. Observamos que el proceso de análisis y evaluación de los argumentos presentados no había sido exhaustivo. Consideramos que su voz, así como las implicaciones de la decisión para la comunidad académica, merecían un mayor nivel de consideración.

Decidimos, entonces, elaborar un salvamento de voto. Este recurso no es solo un acto formal, sino una expresión clara y firme de nuestra convicción de que la decisión del CUA debía ser revisada. Nos reunimos en varias ocasiones, analizando detalladamente cada aspecto del recurso. Discutimos cómo la resolución podría afectar a la comunidad estudiantil, y llegamos a la conclusión de que era necesario manifestar nuestra disconformidad.

El salvamento de voto fue presentado respetuosamente ante el CUA, donde argumentamos que:

Finalmente, el Consejo Académico revisó el recurso tras un análisis detallado, decidió negar la resolución emitida por el Comité de Unidad Académica, dándonos la razón en nuestros alegatos. Esta decisión no solo representó un triunfo para el diplomado en Normas Internacionales del Trabajo para Países Andinos, sino también un respaldo a nuestra labor como representantes estudiantiles.

Este resultado es un testimonio del poder de la perseverancia y el compromiso con la justicia. Como representantes estudiantiles, estamos orgullosos de haber desempeñado un papel clave en la defensa de los derechos de los estudiantes. Sabemos que estos procesos no siempre son fáciles, pero también sabemos que es nuestra responsabilidad asegurarnos de que cada decisión se tome con la debida consideración y equidad.

Agradecemos al Consejo Académico por su integridad en la revisión del caso y a todos aquellos que nos apoyaron en este proceso. Este triunfo no es solo nuestro, sino de toda la comunidad académica que cree en una universidad justa y equitativa.