Descubre la Historia de Manchitas, un Año después de su Rescate, Embarazo y Adopción

La vida con Manchitas ha sido una montaña rusa de emociones y experiencias inolvidables. Todo comenzó cuando decidí abrir las puertas de mi casa y de mi corazón a esta adorable perrita. A lo largo de su embarazo y el nacimiento de sus cachorritos, vivimos momentos intensos y desafiantes que nunca olvidaré. (Conoce a manchitas, una perrita que se volvió parte de la familia unilibrista)

La historia de Manchitas comienza el primer día que la vi en la universidad. Era una perrita muy miedosa, con una apariencia frágil y una notable desconfianza hacia los humanos. No se dejaba acariciar por nadie, ni siquiera permitía que nos acercáramos. Su cuerpo delataba su situación de abandono: extremadamente delgada, con las costillas marcadas y un esqueleto que se sentía al tacto.

Con el paso de los días, varios de nosotros empezamos a acercarnos a ella. Le ofrecíamos comida, intentando ganar su confianza. Poco a poco, Manchitas comenzó a relajarse y a aceptar nuestra presencia, aunque seguía siendo muy cautelosa. Verla tomar confianza con la gente fue una experiencia conmovedora.

Después de varias semanas, intentamos encontrarle un hogar, pero las circunstancias eran complicadas. Finalmente, y gracias a la ayuda de muchas personas, Manchitas llegó a mi casa. Su transición de la calle a un hogar fue un proceso emocionante y desafiante. Rescatar a un perrito y llevarlo a un ambiente doméstico requiere paciencia y comprensión, ya que muchos de ellos experimentan ansiedad y estrés, llegando incluso a morder cosas o intentar escapar. Sin embargo, Manchitas sorprendió a todos con su comportamiento. Fue increíblemente juiciosa y se adaptó rápidamente a su nuevo entorno.

En tan solo tres días, Manchitas se adaptó a mi cuarto, a la casa y a los horarios que tenía para sacarla al parque. Fue maravilloso ver cómo se integraba en nuestra rutina diaria. Dentro del hogar, recibimos la generosa donación de una consulta médica gracias a Manuela Peña, quien sospechaba que Manchitas estaba embarazada. Reunimos fondos para una ecografía y, efectivamente, confirmamos su embarazo. Agradezco profundamente a todas las personas que contribuyeron para hacer esto posible.

Mis padres me permitieron que Manchitas se quedara en casa durante su embarazo. Fue un tiempo complicado porque Manchitas solo comía carne y pollo, debido a un deficiente de hierro muy fuerte. Necesitaba estos alimentos para ganar fuerzas tanto para ella como para sus cachorros, ya que tenía alrededor de nueve cachorritos en su vientre. Afortunadamente, muchas personas nos donaron dinero para poder comprarle carne y pollo tres veces al día. Gracias a estas donaciones, Manchitas pudo sobrevivir al parto, al igual que tres de sus cachorros.

El día del parto fue uno de los más intensos de mi vida. Sabía que Manchitas estaba a punto de parir, así que decidí no ir a la universidad ese día. El parto duró dos días completos. Manchitas, a pesar de haberme conocido solo tres semanas antes, confió en mí plenamente durante este proceso. Me permitió ayudarle a secar a los perritos, a cortar la placenta y a limpiar la sangre. Su confianza fue conmovedora.

Lamentablemente, algunos cachorros nacieron muertos, afectados por el tiempo que Manchitas pasó sin comer adecuadamente en la calle. Sin embargo, logramos salvar a tres de ellos. Tres días después del parto, Manchitas tuvo que ser hospitalizada debido a un déficit de calcio muy severo. Aunque le dábamos calcio vía oral, su condición requería inyecciones intravenosas. Estuve a su lado todo el tiempo en la veterinaria porque Manchitas estaba muy agresiva y temía que le quitaran a sus cachorros. Solo permitía que yo me acercara a ella.

Después de su hospitalización, Manchitas regresó a casa con sus tres cachorros. Alimentarlos fue una tarea ardua: les daba leche con una jeringa cada 30 minutos durante la madrugada. Fue un esfuerzo agotador, pero valió la pena. Mis parciales salieron bien y los cachorros crecieron fuertes y sanos. 

Los primeros días con los cachorritos fueron de alegría y agotamiento. Manchitas mostró ser una madre increíblemente dedicada, cuidando a sus pequeños con mucho amor. A pesar de la falta de sueño y el trabajo constante, cada momento con los cachorritos fue una bendición. Verlos crecer y desarrollar sus personalidades únicas fue una experiencia maravillosa.

Una vez que los cachorros fueron adoptados por familias responsables, recaudamos fondos para la esterilización de Manchitas. La operación fue un éxito. Mis padres, al ver cuánto quería a Manchitas, decidieron adoptarla oficialmente. Ahora, Manchitas es parte de nuestra familia. Come pepitas y, de vez en cuando, comida especial que preparamos para ella. Su rutina incluye paseos al parque, juegos y siestas.

Manchitas ha sido una perrita ejemplar y amorosa. Su primera Navidad con nosotros fue especial: le compramos un peluche como regalo. Aunque sigue siendo un poco nerviosa con extraños, es increíblemente cariñosa con nuestra familia. Su historia es un testimonio de amor, paciencia y el poder transformador de un hogar. 

La historia de Manchitas no solo es un testimonio del poder del amor y la paciencia, sino también un ejemplo del increíble impacto que puede tener la unión de una comunidad. Desde el momento en que decidimos ayudar a Manchitas, numerosas personas se unieron a nuestra causa. 

Estudiantes, profesores y personal de la universidad, todos contribuyeron de alguna manera: unos ofrecieron comida, otros donaron dinero para sus necesidades médicas, y muchos más brindaron apoyo emocional. Cada pequeño acto de bondad se sumó, creando una red de solidaridad que hizo posible que Manchitas encontrara un hogar y recibiera el cuidado que tanto necesitaba.

Esta experiencia nos enseñó el verdadero significado de la comunidad y cómo, cuando nos unimos por una causa común, podemos lograr cosas extraordinarias. Gracias a esta red de apoyo, Manchitas no solo sobrevivió, sino que ahora vive felizmente en un hogar lleno de amor, demostrando que la unión y el esfuerzo colectivo pueden transformar vidas.

Hoy en día, la vida con Manchitas es un deleite constante. Es una perrita extremadamente feliz y juguetona. Mis padres la adoran y cada domingo le compramos su heladito favorito, un casero de mora que devora con entusiasmo. Tiene una personalidad única y ha aprendido a disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, desde robarse una dona hasta correr por el parque.

La historia de Manchitas es una prueba de que, con amor y dedicación, se pueden superar los momentos más difíciles. Cada etapa de su vida, desde el embarazo hasta la recuperación de la esterilización, ha sido una lección de resiliencia y alegría. Estoy agradecido por cada momento compartido con ella y por la felicidad que ha traído a mi vida.

Espero que esta historia sirva para inspirar a otros a valorar y cuidar a sus mascotas con el mismo amor y dedicación que Manchitas ha recibido. ¡Gracias por leer y ser parte de esta increíble historia!


Narrado desde el corazón, el amor, la paciencia y la experiencia de Dana Gabriela Muñoz Gutiérrez.
A quien agradecemos eternamente por su corazón infinito y su bondad inalcanzable con manchitas. ❤


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